Fundación Juan Bonal y las Hermanas de la Caridad de Santa Ana atienden en México un centro muy especial. Se llama Casa Primavera, y es un hogar cálido y acogedor para chicas y mujeres con discapacidad. Aquí reciben la atención y el cariño que necesitan, y aprenden a desarrollarse, conviviendo con su discapacidad.
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Recordamos la historia de María Andrea, una joven que, desde Colombia, nos muestra un testimonio vital de superación con mayúsculas. Esta joven y su pasión por vivir nos enseña cómo salir adelante y sonreír es siempre posible. Las Hermanas que trabajan en el Hospital Niño Jesús, donde se atiende a María Andrea, hacen un esfuerzo especial para lograr que nadie quede atrás.
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La pequeña piscifactoría provee de alimento al centro. El pescado es parte esencial de la adecuada nutrición que necesitan las niñas, y este proyecto de Fundación Juan Bonal permite que dispongan de él y contribuye a que el centro sea más sostenible. Durante el confinamiento, las Hermanas aprovechan para realizar labores de mantenimiento en la piscifactoría.
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Fundación Juan Bonal y las Hermanas de la Caridad de Santa Ana prestan una especial atención al colectivo de personas que sufren discapacidad.Gracias a la iniciativa Padrinos por la Discapacidad, quienes acuden a estos centros descubren una oportunidad real de alcanzar un pleno desarrollo, que les acerca al bienestar y a la felicidad.
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La Hermana Diana Pilar ejerce su trabajo misionero en San Andrés, en el Departamento de Santander, en Colombia. En este lugar, Fundación Juan Bonal y las Hermanas de la Caridad de Santa Ana impulsan la Escuela Normal Superior María Auxiliadora, donde la Hermana es docente y se forma tanto a los niños apadrinados por medio del Programa de Apadrinamientos de la Fundación como a los futuro maestros que en el futuro enseñarán a otros.
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