Internacional: pandemia mundial del COVID-19
2020
La emergencia era global. Los cinco continentes se enfrentaban al COVID-19, una amenaza tan grave y de tan rápida propagación que se extiendía por todo el mundo y causaba decenas de miles de muertes. Afectó a cerca de un millón de personas y no distinguía entre fronteras, clases sociales, niveles educativos o cualquier clasificación social. Todos éramos vulnerables ante esta amenaza.
Ante algo así, Fundación Juan Bonal lanzaba, por primera vez, una campaña de acción en todos los países en los que está presente, prestando especial atención a los colectivos más vulnerables: ancianos, personas con discapacidad, enfermos y personas sin recursos ni atención médica. En una movilización sin precedentes, Fundación Juan Bonal puso en marcha una campaña de actuación a nivel mundial, como exigía la emergencia humanitaria que estábamos viviendo en todo el planeta.
Las Hermanas de la Caridad de Santa Ana trabajan en todo el mundo, impulsando los cientos de centros en los que ejercen su labor misionera y de acción social. En estos centros, que incluyen hospitales, clínicas, colegios, ancianatos, dispensarios médicos, comedores y centros de atención social, se atiende a las personas más desfavorecidas. Y así, ante la emergencia global, esta atención debía intensificarse.
Fundación Juan Bonal identificó las necesidades urgentes de cada uno de estos centros, y trabajó sin descanso para dar respuesta a todas ellas. Creó una cadena humanitaria que logró tender la mano a quienes dependían de ello para salvar su vida. En centros especializados en la lucha contra el COVID-19 y en muchos otros a lo largo de todo el mundo, este esfuerzo se tradujo en la salvaguarda de innumerables vidas y en la atención a incontables enfermos y sus familias.