Nepal: terremoto en el techo del mundo

2015

Los Jesuitas que trabajan en Nepal colaboraron con las Hermanas de la Caridad de Santa Ana, venidas desde la India, para atender a las víctimas del desastre.

Los Jesuitas visitaron el pueblo de Ranchok. Allí, sólo 1 de las 250 casas permanecía en pie. La escuela había sido arrasada y se veían trozos de pupitres y banco por el suelo. Cuando llegaron los Jesuitas, la acogida fue muy calurosa. A pesar de todo lo sufrido, los supervivientes no habían perdido el carisma alegre y hospitalario de Nepal. Solicitaban espacio de educación para los más pequeños. Los Jesuitas les ofrecieron tiendas de campaña, un plan para la escuela y, a través del voluntariado, apoyo psicológico.

La respuesta fue una acción en varios frentes:
- Respuesta inmediata a más de 60 poblaciones, lo que supuso la ayuda a 7.220 viviendas.
- Apoyo psicológico a las víctimas, especialmente a los niños.
- Creación de un Instituto Social para ayudar a las víctimas en todo lo necesario para volver a una vida normal.
- Planificación de la ayuda económica necesaria y su aplicación a la reconstrucción de viviendas. Se trabajó en muchos distritos, enfocando la ayuda con especial interés hacia los más vulnerables, a medio y largo plazo.
- Reconstrucción de 52 escuelas, planeando beneficiar a 30.000, distribuyendo material educativo en las escuelas (pizarras, pupitres, bancos, etc.)

Las acciones directas de ayuda de los Jesuítas y las Hermanas de la Caridad de Santa Ana lograron reconfortar a las víctimas y ofrecerles una vía de normalidad con la que superar la tragedia y volver a mirar hacia el futuro.