Éste es un país de gran belleza, riqueza natural y antiguas tradiciones cercanas a la extinción, que luchan por sobrevivir y conciliar la cobertura de sus necesidades con el mantenimiento de su cultura ancestral.
El país constituye la mayor reserva de riqueza natural del planeta, el pulmón de la Tierra. Pero aquí, en la selva amazónica, los recursos desaparecen, la explotación de todo tipo se alía con enfermedades y el analfabetismo. Las Hermanas luchan por contrarrestar este escenario y devolver a los más vulnerables su dignidad y oportunidades de futuro.
Chile (1 centro)
Entre los Andes y la Costa, se extiende este país largo y angosto, uno de los más desarrollados de América Latina. Sin embargo, esto no impide que, en algunos lugares, la necesidad humana sea grande, llamando al espíritu de entrega de las Hermanas para socorrer a los más desfavorecidos.
El país del café lucha por dejar atrás un conflicto armado que, durante décadas, ha lastrado su desarrollo social. Las Hermanas ayudan aquí a los más vulnerables: mujeres desplazadas por la violencia, niños sin recursos y ancianos que han sido abandonados.
En 1935 se inicia la aventura de las Hermanas en Costa Rica, cuando llegaron llenas de desprendimiento, ilusión, valor y energía para cumplir con la misión que se les había encomendado en las zonas indígenas.
Cuba (1 centro)
Cuba se asienta en el Mar Caribe. A pesar de su riqueza cultural y su diversidad, la situación política que ha sufrido durante décadas ha generado muchas carencias para su población. Hoy, el cambio parece empezar a surtir efectos, y las Hermanas siguen trabajando para ayudar a los más vulnerables.
Ecuador se halla dividido por la cordillera de los Andes, dejando a un lado el Golfo de Guayaquil y al otro la Amazonía. Entre tanta belleza natural, encontramos comunidades que luchan contra las duras consecuencias de la pobreza.
Guatemala es un país Centroamericano multiétnico, pluricultural y plurilingüe, con un 80% de población indígena. Aquí las hermanas llegaron en 1997, y su labor ha ayudado a un gran número de niños.
Aquí las Hermanas trabajan por los más vulnerables, en un país que dedica un 35% de su presupuesto anual al pago de su deuda externa, más del presupuesto de salud, educación, obras públicas, transporte y vivienda juntos.
En uno de los países más poblados del mundo, la riqueza cultural es inmensa, con más de 68 lenguas indígenas autóctonas. Este crisol de manifestaciones culturales pervive como resultado de miles de años de desarrollo cultural. El desarrollo social, sin embargo, aún necesita avanzar y cuidar de los más vulnerables.
En este país de singular belleza, las Hermanas atienden a niños sin nombre, sin referencia y cuyo protagonismo infantil ha sido borrado, obligados a ser adultos a la fuerza. En las misiones de la Fundación, pueden recuperar su infancia y volver a mostrar su sonrisa inocente.
Al lado del Mar Caribe, este país ha sido punto de encuentro de culturas provenientes de todo el mundo. Tiene un alto poder de desarrollo, y sin embargo es uno de los países más desiguales de toda América Latina. Aquí, las Hermanas trabajan para hacer llegar a las personas más desamparadas todo lo necesario para cubrir sus necesidades básicas.
Perú (3 centros)
Perú es un país de incalculable riqueza natural y valor cultural, pero también es tierra necesitada de ayuda, y aquí las Hermanas ejercen su labor trayendo solidaridad y atención para los Hijos del Sol.
Las Hermanas de la Caridad de Santa Ana llegan a Venezuela en 1890. Su primera misión fuera de España no iba a ser fácil. Muchas dejaron su vida en Venezuela, algunas muy jóvenes. Hoy, más de 100 años después, las Hermanas tienen en el país colegios, hospitales, centros de salud y misiones en las montañas de la sierra de Perijá y en los llanos del Orinoco.