Fundación Juan Bonal despide a una Hermana respetuosa, humilde y entregada hasta el fin
30/04/2020
El equipo y amigos de Fundación Juan Bonal rinde homenaje y despide con inmensa tristeza a un ejemplo y baluarte de la solidaridad.
La Hermana Luz Teresa era la Delegada y Representante de la Fundación en Cataluña. Una mujer de fe regia y esperanza serena, fervorosa y espiritual, que llevó a Fundación Juan Bonal en su corazón y difundió su mensaje en Cataluña y fuera de ella. Humilde y discreta como pocas, desarrolló sin embargo una labor inmensa, que todo su equipo supo siempre reconocer.
Luz Teresa nació en Barcelona en 1928, e ingresó en la Congregación de las Hermanas de la Caridad de Santa Ana en 1951. Cumplió 91 años de edad y 68 de Vida Religiosa en diferentes comunidades, en Huesca, Lérida y Barcelona.
Para todos aquéllos que tuvieron la suerte de conocerla, fue un ejemplo vivo y atrayente de amabilidad, delicadeza y cercanía. Era una mujer muy comunicativa, disponible y servicial. Era fuerte pero, al mismo tiempo, muy sensible.
Se le describe como "respetuosa, humilde y entregada hasta el fin", y siempre trabajó para ayudar a los menos favorecidos. Su trabajo al frente de Fundación Juan Bonal en Cataluña ha dejado una profunda huella en compañeros, voluntarios y amigos. En ella, cualquier persona pudo encontrar siempre una buena consejera, maestra y amiga, con una exquisita cercanía. Su amor a la Congregación, su claridad de mente, su sensibilidad y carisma lograron implicar a muchos en su tan querida Fundación Juan Bonal.
En sus últimos años, asumió noble y serenamente su enfermedad, y se entregó a la Comunidad de Nuestra Señora del Pilar, en Barcelona, donde fue un regalo para sus Hermanas y ha sido querida de forma muy entrañable. Las Hermanas que la acompañaron en algún momento han expresado su agradecimiento por esta suerte.
A Luz Teresa le gustaba pasar sencillamente desapercibida, a pesar de su ingente trabajo y los importantes frutos de toda su labor, que expandieron la acción de Fundación Juan Bonal y lograron que la solidaridad llegase a miles de niños y necesitados. Hoy, sigue haciéndolo desde el cielo, día tras día, con nueva ilusión y esperanza.
Descansa en la paz de Dios, querida Hermana Luz. Te recordamos y te sentimos a nuestro lado.