Un plan de contingencia para las pequeñas empresas familiares de Villagarzón

29/04/2020

Ante el agravamiento de la emergencia sanitaria declarada con motivo de la pandemia del coronavirus, las empresas familiares de Villagarzón, a las que Fundación Juan Bonal apoyó con un proyecto especial, no escapan de su terrible amenaza. Por ello, la Fundación ha decidido crear un Plan de Contingencia, para evitar el daño que esta situación podría llegar a causarles y no perder así los frutos del trabajo realizado.

El Plan de Contingencia incluye, entre otras, propuestas específicas para cada sector:

Artesanías: se paraliza la producción, al no ser un producto de primera necesidad. En este tiempo, no se producirán ventas. Afectará un poco los ingresos a las familias, pero no presentará grandes pérdidas en la empresa. Se propone que las beneficiarias tomen medidas de gastos mínimos en el hogar y aprovechen el tiempo en casa para innovar cada día en sus artesanías. Las dos empresas de artesanías ya han paralizado sus negocios.

Tiendas de abarrotes: ofrecen al público productos de primera necesidad, los cuales van a ser necesarios en esta temporada, por lo que se agotarán las existencias de productos. Se propone surtir al máximo de alimentos relevantes para la alimentación familiar, verificando fechas de vencimiento. Surge la dificultad de que los proveedores traen los productos a muy altos precios, lo que indica la inestabilidad de la economía en las tiendas. Es necesario concentrarse en productos de primera necesidad, como arroz, azúcar, panela o sal, ya que serán más demandados. Otros productos, como dulces o bebidas, corren el riesgo de caducar, lo que ocasionaría grandes pérdidas para las tiendas. Por otro lado, los proveedores están restringidos en todo el país y cabe la posibilidad de que el Gobierno dé la orden de cierre para todas las tiendas.

Tienda de ropa: no es un producto de primera necesidad, por lo que se resentirán las ventas. La mercancía sufre deterioro por el clima, por lo que, ante las medidas preventivas sanitarias, se propone no realizar ninguna compra de ropa en este momento.

Galpón de pollos de engorde y gallinas ponedoras: tienen a su cargo el cuidado de aves, por lo que deben priorizar la compra de comida, pero ya realizaron las compras de comida a precios más altos de los habituales, lo que está generando pérdidas. Por otro lado, la comercialización de los productos de huevos y de venta de pollos está siendo más difícil, debido al confinamiento. Se mantiene parte de la clientela, con bajas ventas. Además, existe el riesgo de muerte de las aves, si los proveedores de comida no puedan surtir por las dificultades en el transporte y el cierre de vías.

Cerdos de levante: se propone la compra de concentrado de cerdo de engorde y cerdo levante para un mes, y protejerlo de la humedad.

Codornices: se propone comprar alimento concentrado. La comercialización de huevos es difícil al no poder salir a venderlos, y los supermercados ya no pueden comprar debido al cierre parcial de estos establecimientos. Es necesario buscar otros canales de comercialización y sin exponerse al contagio.

Huertas amazónicas: se cree que se verán menos afectadas, en general, pero la venta de plátano no será fácil por la dificultad del transporte. Se proponen medidas de prevención para cada empresa beneficiaria y los miembros de sus familias, garantizando su sustento. 

Cafetería: ante el riesgo y las instrucciones del Gobierno, se toma la decisión de parar las actividades en esta empresa. La materia prima, que ya no saldrá a la venta, podrá ser utilizada para el sustento de la familia.

La situación plantea graves dificultades comerciales y económicas que pueden afectar muy seriamente a estas empresas familiares de reciente creación, y de las que dependen dichos núcleos familiares. Este Plan de Contingencia es un primer paso, y Fundación Juan Bonal continuará trabajando para garantizar la viabilidad de estas pequeñas unidades productivas y el mantenimiento de las personas que luchan por llevarlas adelante.

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