Discapacidad y solidaridad: un reto a tu alcance
28/01/2019
Las Naciones Unidas denominan a las personas con discapacidad como la "minoría más amplia del mundo". Las personas que sufren una discapacidad deben hacer frente a carencias y menores oportunidades que el resto: es injusto que tengan peor acceso a la educación, mayor pobreza, falta de servicios, más posibilidades de ser víctimas de violencia y menos recursos para defender sus derechos. Además, deben enfrentarse a la discriminación social y a la ausencia de una legislación que les proteja.
Pero todo esto se debe a la ignorancia: si eliminamos los obstáculos a su integración, las personas con discapacidad pueden ser parte activa y productiva de la sociedad en la que viven. Estos obstáculos son la clave de su marginación, y es necesario eliminarlos. Accesibilidad e inclusión son derechos fundamentales que se reconocen en la Convención sobre los Derechos de las Personas con Discapacidades, para que puedan ser independientes y desarrollarse plenamente. Los gobiernos e instituciones deben, además tomar las medidas apropiadas para eliminar estos obstáculos a su integración y facilitarles el acceso al ejercicio pleno de sus derechos, empoderándoles y garantizando su igualdad con el resto de la población.
La Agenda 2030 adopta el compromiso de "no dejar a nadie atrás". Las personas con discapacidades deben ser tenidos en cuenta y pueden aportar valiosos activos a nuestra sociedad.
Fundación Juan Bonal tiene como razón de ser, y centro de sus esfuerzos, a la dignidad de la persona. La labor de las Hermanas de la Caridad de Santa Ana en favor de los más vulnerables tiene un especial ahínco en ayudar a las personas con discapacidad. La Fundación lucha por eliminar barreras, lograr su desarrollo pleno y alcanzar su inclusión de modo que les permita vivir con optimismo y plenitud.
Para ello, Fundación Juan Bonal ha puesto en marcha una línea específica de trabajo, llamada "Padrinos por la Discapacidad", en la que apuesta por una mano tendida a este colectivo. Niños sin recursos, sumidos en la pobreza y que, además, deben enfrentarse a una discapacidad. Su situación es difícil, pero merecen todo el apoyo posible para salir adelante y desarrollarse en igualdad. El apadrinamiento de niños con discapacidad logra el milagro de cubrir todas las necesidades básicas de estas personas, en especial su educación, y facilitarles las herramientas que requieren para ser personas autónomas y participar en la sociedad.
Centros como Elsie Gaches, en Filipinas, donde se atienden a cientos de niños con diferentes tipos de discapacidad, son un ejemplo claro de este esfuerzo. Allí, las Hermanas, la Fundación y trabajadores de la salud atienden a estos niños y logran transformar su realidad, cambiando la dureza de las dificultades por la sonrisa de personas plenas y llenas de confianza. Esto se consigue con un trabajo duro a diario, impulsado por los valores firmes de defensa de todas las personas.
Fundación Juan Bonal es expresión de solidaridad.
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