Un mundo teñido de azul para defender a los niños

20/11/2018

El Día Universal del Niño es una jornada que se celebra para tomar conciencia de la situación que viven los niños desfavorecidos en todo el mundo, es un llamamiento universal en favor de los más vulnerables. Además, sirve para promover los derechos de la infancia y concienciar a todas las personas de que es muy importante luchar por su bienestar y desarrollo.

Durante esta jornada, también se celebra el aniversario de la Declaración Universal de los Derechos del Niño (1959) y de la aprobación de la Convención de los Derechos del Niño (1989). En la Convención se establecen derechos universales para los niños: la vida, la salud, la educación, la protección frente a la violencia y la discriminación...

En 2018, Unicef ha pedido a los dirigentes mundiales que se comprometan con esta causa, y han invitado a todos los que quieran unirse a la iniciativa que se pinte o vista algo de color azul. Así, el mundo se tiñe de azul durante esta jornada, en un mensaje directo hacia gobernantes y la sociedad en general: debemos velar por los niños.

Fundación Juan Bonal ha hecho desde sus inicios a las personas más vulnerables el centro de su atención y trabajo. La infancia se ha convertido en beneficiaria de sus programas de ayuda, apadrinamientos y proyectos solidarios. También ha constituido el objeto de numerosos trabajos, año tras año, de denuncia y reflejo de la realidad que vive en múltiples lugares del mundo.
El programa de apadrinamientos ayuda especialmente a esos niños sin recursos que carecen de lo más básico, y la Fundación, con las Hermanas de la Caridad de Santa Ana, se ha ocupado de que accedan a una correcta alimentación, salud, higiene y educación.
En concreto, el programa "Ningún niño sin escuela" se ocupa de que todos esos niños puedan acceder a una educación mínima garantizada, que les proporcione las herramientas necesarias para su desarrollo integral. Así, pueden volver a disfrutar de su infancia, aprender, y alcanzar la vida adulta que desean y merecen.

Un ejemplo de esto es el centro de Ankur, en la India. Es un hogar en el que la Fundación y la Hermana Primi Vela y otras Hermanas acogen a niñas sin recursos y cubren todas sus necesidades. En un lugar en el que la infancia sufre la pobreza, la necesidad y las carencias, las Hermanas han hecho posible un refugio en el que estas niñas reciben cariño, atención y oportunidades. Allí vuelven a sonreír y se sienten seguras. Muchos centros como éste ayudan en todo el mundo a los niños y luchan por su defensa, sostenidos gracias a los programas de la Fundación y al esfuerzo diario de las Hermanas.

Fundación Juan Bonal es expresión de solidaridad.

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