Fundación Juan Bonal, en apoyo de la mujer rural

15/10/2018

Hoy se celebra el día Internacional de la Mujer Rural. En palabras de António Guterres, Secretario General de las Naciones Unidas, "el empoderamiento de las mujeres y las niñas rurales es esencial para construir un futuro próspero, equitativo y pacífico para todos en un planeta sano".

Este colectivo representa casi la mitad de la mano de obra agrícola, realizando las tareas de labranza y plantación que generan alimentos para millones de personas. A pesar de ello, sufren las consecuencias de la pobreza y de la discriminación, sin el mismo acceso a los recursos y servicios públicos que tienen los hombres que realizan una función similar.

Las mujeres rurales encuentran dificultades y obstáculos a su desarrollo y participación social, son invisibles y ven, además, cómo sus condiciones de vida se endurecen todavía más, debido a la migración de los hombres. Todos los datos indican que tienen peor calidad de vida que los hombres rurales y que las mujeres urbanas. Y, por si esto fuera poco, la situación empeora progresivamente, debido a los efectos del cambio climático en las zonas rurales.

El empoderamiento de las mujeres rurales es vital para lograr la consecución de los Objetivos de Desarrollo Sostenible (ODS). Muchos de ellos dependen de la mejora y dignificación de la calidad de vida y del trabajo de las mujeres rurales.

Fundación Juan Bonal lleva mucho tiempo trabajando activamente para mejorar la vida de las mujeres rurales, con el convencimiento de que son el motor que lleva a la mejora de las condiciones de vida de los pueblos del planeta en su conjunto. Con la atención puesta en la dignidad de la persona y la ayuda a los más vulnerables, la Fundación emprende proyectos de cooperación al desarrollo y pone en marcha muchas líneas de acción para transformar esta situación. Además, las Hermanas de la Caridad de Santa Ana están realizando muchos esfuerzos diariamente, atendiendo centros y misiones en todo el mundo, que contribuyen a mejorar el presente y futuro de niñas y mujeres que viven en entornos rurales.

Un ejemplo de esto son los proyectos agrícolas en África, donde las mujeres han visto cómo la Fundación ha ofrecido soluciones con las que cubrir sus necesidades, facilitar su trabajo y garantizar la seguridad de las mujeres en el campo y sus familias. Centros de cobertura médica, de atención a sus hijos y de formación en conocimientos del campo han supuesto un enorme avance en su día a día.

Mejorar la calidad de vida de las mujeres rurales significa luchar por la protección y dignidad de las personas y supone, además, incrementar el potencial del motor que atiende las necesidades de gran parte de las comunidades rurales y urbanas en todo el mundo. Ayudar a las mujeres rurales es, así, ayudar además a muchos millones de personas que dependen de ellas y fortalecer el desarrollo de los pueblos.

Fundación Juan Bonal es expresión de solidaridad.

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Conoce más sobre la labor de la fundación y sus misiones en el mundo a través de los sitios web y Facebook:
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