Expresión de solidaridad

Fundación Juan Bonal alimenta cada día a 250 niños sin recursos en la misión de Machacamarca

16/07/2018

16/07/2018 Fundación Juan Bonal alimenta cada día a 250 niños sin recursos en la misión de Machacamarca

La misión presta, además, cobertura sanitaria y educativa a estos niños.

 

La Comunidad de Hermanas de la Caridad de Santa Ana de Machacamarca-Oruro (Bolivia) fue fundada en 1978. La Comunidad se dedicó de lleno desde el principio a la atención sanitaria y de maternidad. Hoy, la conforman 4 hermanas, dos colombianas, una española y una boliviana. Impulsan el funcionamiento del Comedor Santa Ana, donde se atiende a niños de familias sin recursos. Se trata de familias muy pobres, del campo y del lago Urus, llegadas al pueblo y que viven casi en la miseria.  

 

El objetivo de esta misión es lograr que 250 niños muy vulnerables puedan alcanzar un nivel aceptable de desarrollo integral, mediante la atención educativa, sanitaria y nutricional que facilita el Comedor. Específicamente, se prestan estos servicios:
- Alimentación, con un menú variado y merienda a los niños durante todo el año escolar, de lunes a viernes.
- Apoyo escolar a los niños en sus diversos niveles, con 3 profesores de lunes a viernes. 
- Reuniones mensuales, el primer lunes de cada mes, de formación e información a los padres de familia.
- Colaboracion de los padres en la cocina, en el mantenimiento y cuidado de los invernaderos y plantaciones de patatas para el comedor, de forma rotativa durante el año.
- Programación de cursillos a los padres sobre salud, alimentación, higiene y otros temas de carácter productivo como invernaderos, artesanías, etc, en cada trimestre.
- Concursos deportivos, literarios, celebraciones con los niños y padres de familia en determinadas fechas: Navidad, fiestas del pueblo, etc.

 

Gracias al esfuerzo diario de las Hermanas en esta misión, se hace posible cambiar la realidad de unos niños que provienen, en su mayoría, de las comunidades del campo. Éstas familias emigraron al pueblo buscando un futuro mejor, ya que en sus comunidades campesinas no podían sobrevivir. Otros son muratos, familias indígenas del lago Urus que vivían de la pesca y la caza del pato, y que igualmente se vieron obligados a emigrar al pueblo, donde viven en chozas y tratan de salir adelante. Para todos ellos, la misión supone una ayuda fundamental que alivia enormemente las dificultades que atraviesan cada jornada. Estos niños son así alimentados, cuidados y atendidos, y pueden desarrollarse de forma plena y digna. La sonrisa en sus rostros culmina el éxito de tantos esfuerzos por transformar su situación y permitirles disfrutar su infancia.

 

Ayúdanos a ayudarles.

 

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Conoce más sobre la labor de la fundación y sus misiones en el mundo a través de los sitios web y Facebook:
www.fundacionjuanbonal.org
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