Huemul, la guardería chilena en Mumbai.
25/08/2017
El espíritu de Solidaridad es la ternura de los pueblos y es capaz de unir los corazones de personas, grupos y ONGs de distintas partes del mundo, de una manera sorprendente; signo de la presencia de Dios en el Mundo, que inspira, orienta y abre caminos para poder llegar a ayudar a quienes no pueden ayudarse solos, y así hacer posible ese Reino de Dios que Jesús nos anunció, y que hoy lo hemos podido traducir por “otro Mundo es posible”. Y así es.
Mumbai es una caótica y gran ciudad, convertida poco a poco en “la capital slum” de India. Pobres y ricos viven juntos, pero distantes. Unas 200 familias llegan cada día a Mumbai, que hacen que su población aumente tan rápidamente.
Mumbai es una India en pequeño. La inmigración es constante: gente del Norte de la India, especialmente, y de las zonas rurales del estado de Maharashtra, llegan continuamente a Mumbai en busca de futuro, de un trabajo, porque sí que lo encuentran. Las zonas donde se instalan son las peores, pero no tienen otro lugar donde ir. Esos espacios que ocupan grupos de inmigrantes están tan llenos que es difícil hacer más sitio a otros. Hay que luchar para vivir y, la mayoría de las veces, para vivir con poca dignidad.
Hay varios millones de personas malviviendo en los slums de Mumbai. Todos deberíamos mantener tres grandes preocupaciones que se concretan en tres formas de discriminación: la pobreza, la exclusión y el no cuidado, a veces ataque, a la vida humana. Un NO a la economía de la exclusión, la cultura del descarte y la de la muerte. Los niños de estos inmigrantes se pasan el día vagabundeando por los slums, jugando en la suciedad, bajo un sol abrasador y expuestos a muchos peligros. No van a la escuela, y entonces pensamos que sería bueno que la escuela fuera a ellos. Y así fue.
Durante un tiempo, pudimos proporcionar a muchas de estas familias una tienda de campaña para facilitarles el poder hacer sus traslados cuando los despachaban del terreno que ocupaban a otros lugares y se quedaban al aire libre. Y, entre esas “tiendas de campaña de lona”, teníamos una más grande que nos vino muy bien para utilizarla como mini escuela para los chiquillos de estas zonas de chabolas, y también para las madres que querían aprender a leer al atardecer.
El primer intento de esta “tienda carpa grande” duró poco: el terreno donde la colocamos no pertenecía a nadie y estaba rodeado de chabolas. Pronto despertó la codicia de un político del municipio, y quiso hacerse con él. Por la noche nos destruyeron la tienda-escuela, y nos amenazaron para que no hiciésemos allí nada. Todas las chabolas desaparecieron de allí, y la nuestra también. Pero la colocamos en otro sitio, más cerca de Ankur, y cuyo dueño del terreno, generoso, nos dejó ponerla sin ningún problema, más aún apreciando lo que estábamos haciendo. Todo ese terreno estaba ocupado por recién llegados inmigrantes. Era una zona pobrísima, viviendo la gente en la miseria, pero era una zona feliz: todo en paz, y las relaciones ricas en simpatía y ayuda.
Esa escuela tuvo mucho éxito. Atrajo a muchos niños; les dábamos a media mañana nutrición también. Nos la inspiró un grupo amigo de Profesores Chilenos que tienen gran cariño a la India, y conocían lo que hacíamos al visitarnos y convivir con nosotras, colaborando además en el mantenimiento de Ankur. El Grupo se denomina "Viajes que cambian la Vida", y quien lo organiza es el Instituto Conexiones de Chile. Las participantes que nos han visitado y conocido el Proyecto son unas personas comprometidas: Catalina Reyes, Doris Maldonado, Lorna Prado, Directora Santiago College, Cecilia Cordero, Romina Reginato, Teresa Collados, de Fundación Entrepreneur, Alejandra Vásquez, Vivian Ramírez, Celinda García, Niños y niñas del Colegio San Sebastián de la Rinconada de Maipu, comprometidos en el Proyecto también, y que editaron un precioso vídeo para emprender esa “amistad entre culturas”... Erika Castro, Directora del Instituto Conexiones, lleva la Dirección del Grupo; gran entusiasta de esta India que te engancha cuando la visitas, y que te hace querer volver a verla. Ellas nos subvencionaron la educación de estos niños, suficiente para cubrir tres años, y también nos sugirieron poner el nombre de “Huemul” a la escuelita, en memoria del precioso animal chileno en proceso de extinción en Chile, y que está logrando sobrevivir gracias a la activa cooperación y trabajo conjunto de distintas comunidades y pueblos que habitan en la Patagonia chilena.
Es sorprendente ver cómo ocurren los acontecimientos cuando estamos abiertas al amor, pues éste trae creatividad y suceden los grandes acontecimientos que salvan. Todo comenzó con un apadrinamiento. Erika, de Chile, a través de la ONG “Niños de la India”, conoció a su Fundador y Presidente, el portugués Pedro Almeida, que conocía Ankur y su ONG nos ayudaba en otros proyectos, y en especial en subvencionar los gastos de Estudios Superiores de jóvenes sin recursos. Y, de “Niños de la India”, apadrinó a Diksha, una niña de los suburbios de Mumbai bajo nuestra tutela. Erika vino de Chile a India y conoció a Diksha. Y ahí comenzó una relación especial con nuestro Hogar Ankur; volvió más veces, acompañada de su grupo “Viajes que cambian la vida”. Y quisieron comprometerse. Y así lo hicieron. España, Chile, India y Londres (Pedro vive en Londres) mantienen sus puertas abiertas por mediación de personas comprometidas que aman, que se abren a los horizontes del mundo.
En esa zona de chabolas donde estaba instalada la escuela, los dueños del terreno, sintiéndolo, avisaron a todos estos inmigrantes porque iban a edificar allí, y los pobres se fueron de un lado para otro, en busca de otro lugar donde asentarse, pero nuestra escuela se mantenía entera, y las mujeres, aún de lejos, traían a sus pequeños a clase. Y eso era lo más importante, estaban motivadas. Como había que quitar la "tienda de campaña", y el número de niños iba en aumento, pensamos hacer detrás de nuestro Hogar Ankur, en unos cuartos trasteros viejos e inservibles, un salón, y tener allí la guardería. Con los permisos de Hna. Mary M., nuestra Superiora Provincial, que se alegró mucho, tiramos todo lo viejo y transformamos el lugar. Y quedó amplio, bonito, bien aireado, para acoger a más de cien niños.
Antes de hacer todo este cambio, estando la escuelita-tienda campaña en marcha, tuvimos, como cada año, la visita del Presidente de la ONG “Pro-Infants”, Juan Antonio Pons, y Teresa Palmer, su esposa, que nos subvencionan desde hace años el mantenimiento del Hogar de “Dilkush” de chicos, paralelo a Ankur, y varios proyectos de nutrición y médicos. Visitaron la escuelita y les enamoraron aquellos chiquillos y, al enterarse del Proyecto que queríamos llevar a cabo, generosamente se ofrecieron a poder ayudarnos en la construcción de esta guardería que da vida a los niños más pobres de Mumbai.
La Fundación Juan Bonal de la Congregación, es un SI a nuestras necesidades, y colaboró en lo que faltaba para la construcción. Y el 26 de julio, festividad de nuestros fundadores San Joaquín y Santa Ana, que la tradición dice que amaban entrañablemente a los pobres, tuvo lugar la bendición del local. Seguro que fue la mejor felicitación congregacional que recibieron este año.
Una señora de nuestro barrio, que suele visitarnos, al ver el Proyecto, se ofreció no solo a traer cada día el desayuno a estos chiquillos, sino a repartirlo ella misma. Y lo trae, día tras día, variando las viandas que les llena de alegría a estos niños. Les damos desayuno, clase, juegos, comida y siesta, y a las tres de la tarde regresan a sus chabolas. Así sus madres pueden irse tranquilas a hacer servicios domésticos en las casas de nuestro barrio, Mira Road, y ganarse unas rupias diarias.
Esta guardería se queda permanente. Una actividad más de esta casa que nos llena de alegría. Vamos a ayudar a estos chiquillos a ser felices, los tenemos distribuidos en tres niveles, con varias profesoras, y cada año los que estén ya preparados y motivados para incluirse en una escuela del Municipio de Mira Road, se integraran con los demás niños en los distintos centros escolares, y saldrán así del gueto de los slums, que los deshumaniza.
El futuro de los pueblos se forja en las aulas escolares. La fraternidad y la solidaridad universales tienen que ser pate connatural de nuestra existencia y de nuestra misión en el mundo y por el mundo.
Hna. Primi Vela, desde Mumbai.