Expresión de solidaridad

Fundación Juan Bonal se hace presente en Mocoa

23/04/2017

Un equipo de Fundación Juan Bonal se ha desplazado a Mocoa para analizar la situación tras la avalancha producida por el desbordamiento del río Mocoa y sus afluentes Sangoyaco y Mulatos en la madrugada del sábado día 1 de abril. El objetivo de este análisis es doble. Por un lado prestar servicio a las primeras necesidades de la población afectada y damnificada y por otro estudiar cómo resolver estas necesidades a medio y largo plazo.

La tarea no es sencilla. Donde antes había barrios llenos de casas hoy se muestra un paisaje desolador en el que se adivina el lugar por el que discurrió la avalancha de gigantescas piedras y barro. Hemos subido por el discurso de la quebrada saltando de piedra en piedra, desde la parte baja donde comienza el centro penitenciario y hasta el barrio san Antonio. En total 17 barrios en el que se nos han contado cientos de casos y todos ellos bajo un denominador común: destrucción, pérdida e incertidumbre.

(Barrio de san Miguel. Aquí había cerca de 500 viviendas. La gran mayoría han desaparecido)


En el camino el hedor es insoportable. Andamos con mascarilla porque nos anuncian que se preveen fuertes epidemias. Bajo toneladas de piedra y barro se adivinan cuerpos en descomposición. A fecha de hoy, los medios hablan de más de 300 fallecidos pero todos comentan lo mismo. Si hacemos la media entre las cifras que unos y otros nos ofrecen podemos pensar en datos próximos a los 1500 fallecidos. Muchas de estas personas parecen no importar. Mocoa, capital del Putumayo, es la gran olvidada de los últimos gobiernos del país. A esta zona llegaban personas damnificadas por la guerrilla, los paramilitares e incluso otros que se escondían de las fuerzas de seguridad por dedicarse al mundo del narcotráfico (La zona es una de las 5 principales productoras de coca del país)

El número de personas damnificadas o afectadas es incalculable. Varios cientos de familias lo han perdido absolutamente todo. 

Javier es vigilante en nuestro colegio de Villa Garzón. Hacía pocos meses inauguraba feliz su casa en el barrio bajo de la quebrada. Allí invirtió todos sus ahorros y junto a su mujer Patricia y sus tres hijos diseñó su futuro. Desgraciadamente la casa fue invadida por las piedras que caían de la montaña y su reconstrucción es imposible, máxime porque el gobierno de Colombia derribará lo poco que queda de toda la zona para diseñar un parque forestal.



(Así quedo la casa de Javier, vigilante en nuestro colegio de Villa Garzón)

¿Se pudo prever esta catástrofe?

Los técnicos dicen que hay varios factores que han provocado este desastre.
La desforestación mediante la cual se elimina la cobertura vegetal del suelo es, al parecer, la causa principal. Al menos, en la zona que más se respetó el suelo natural (por ejemplo el barrio del Carmen), la mayoría de viviendas siguen en pie ya que el aglomerado de Cedros y Ceibas hicieron de pared natural que evitó parte del drama.Si a esto le sumamos la construcción ilegal o no de viviendas en las márgenes de quebradas de riesgo, principalmente por gente muy humilde desplazadas por la violencia, las prospecciones de petróleo y la minería de la zona o la falta de limpieza de los cauces naturales abrasados de basuras... la tragedia estaba servida.

(Hna Crisanta junto a la señora Soler nos muestra a la hija y nieta de esta fallecida en la avalancha)


Los primeros auxilios.

Marta tiene un niño recién nacido. Vive en el albergue provisional "las Américas" instalada junto a su pequeño bajo una carpa militar. Sin embargo, mucha gente no asume la escasez de medios con la que el gobierno está atendiendo a los damnificados. Hemos podido ver el menú racionado con un poco de plátano frito y arroz blanco. Así, la gente prefiere hacer sus ollas comunitarias que van apareciendo por doquier. 

Visto esto, las Hermanas de la Caridad de Santa Ana están realizando una labor de atención de primeros auxilios. "Estamos en esta fase" dice la Hermana Homaira, "atendemos con alimentos, agua, colchonetas y mantas para que la gente pueda ir acomodándose" pero esto es solo el inicio. ¿Qué haremos para poder ayudar a tanta gente cuando Mocoa ya no sea noticia?  Se pregunta la Hna Melby....  

(Hna Lucía, directora de Fundación Juan Bonal junto a la Hna Crisanta y Melby repartiendo mantas)

Gestión de microproyectos.

En este momento las Hermanas están realizando ya labores de identificación de necesidades con el fin de que las ayudas sean efectivas. "Algunos tenían pequeños carros de fruta, hortalizas, tubérculos... con los que iban apañándose, otros vivían de su trabajo en los mercados. Queremos hacer efectiva las ayudas apoyando con pequeños proyectos para que las personas afectadas puedan ir construyendose un futuro" dice la Hna Melby. 

Estamos trabajando en este sentido para poder atender al máximo número de familias.

¿Cómo hacer que tu ayuda sea más efectiva?

Necesitamos donativos. Fundación Juan Bonal ofrece respuesta inmediata en situaciones de emergencia a través de las Hermanas de la Caridad de Santa Ana que se encuentran en la zona y bajo el conocimiento expreso de la situación de los afectados y sus necesidades. Todos los recursos aportados por nuestros benefactores son entregados y gestionados a través de nuestras misioneras. 

En estas cuentas puedes hacer efectiva tu ayuda:
ES77-2085-0129-03-0330053678  -IBERCAJA
ES68-0075-0006-04-0702713158  -BANCO POPULAR
(No olvides indicar: "Emergencia Colombia")

Luis López
Director de Marketing


Fundación

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