Venezuela continúa sumida en una crisis que se traduce en la pérdida de vidas humanas.
30/05/2016
“Oliver se fue a jugar al cielo. Se acabó la angustia, el dolor físico, las necesidades. Dios concede fortaleza a su familia. Y a nosotros, como país, Oliver nos dejó ese cartelito que sostenía en sus manos: Quiero curarme, paz, salud”.
Ésta fue una de las muchas y emocionadas frases que surgieron tras el fallecimiento del niño Oliver Sánchez Berroterán la noche del 24 de mayo, en una clínica de Caracas, Venezuela.
Oliver fue presentado como el rostro de la salud en Venezuela. Las redes sociales se han hecho eco de la noticia con la frase “esta foto en el momento de su publicación era dramática, hoy es una bofetada a este sistema de gobierno”, rechazando las obstrucciones de Nicolás Maduro a la llegada de ayuda humanitaria al país, como han pedido la Iglesia y otras organizaciones defensoras de los derechos humanos.
Los padecimientos de Oliver se debían a un linfoma que lo mantuvo varios días recluido en la Clínica Loira (privada) al no conseguir acceso a los hospitales públicos de Caracas, saturados de pacientes con diversas enfermedades y en condiciones sanitarias precarias. En noviembre se conoció su enfermedad y sus padres, conscientes de la escasez de medicamentos, los solicitaron reiteradamente por internet. Algunos llegan, pero no son suficientes, debido la alta demanda que existe en el país.
Oliver comenzó a ser conocido el 27 de febrero, cuando se presentó ante un centro de salud en Caracas, ataviado con un tapabocas y portando un cartelito que decía: “Quiero curarme, paz y salud”.
Sin embargo, esta vez la muerte llegó primero, sembrando de dolor a sus familiares y amigos, y dando a conocer con más dramatismo la triste realidad de Venezuela.
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Fundación Juan Bonal continúa trabajando en Venezuela, donde las Hermanas de la Caridad de Santa Ana luchan a diario para atender las necesidades de niños, mujeres, enfermos, ancianos y desfavorecidos. La pobreza da lugar a situaciones dramáticas que las Hermanas tratan de aliviar día a día.
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