Nepal, una tragedia que no ha sido olvidada.

25/04/2016

El sábado, 25 de Abril de 2015, seísmo de magnitud 7,81 se desató bajo el suelo nepalí. Tuvo su hipocentro a una profundidad de 15 km, y su epicentro se localizó a 81 km al noroeste de la capital Katmandú, en el distrito de Lamjung. Fue el terremoto más grave que ha sufrido Nepal desde 1934, las víctimas superaron las 7.000 y los daños materiales fueron cuantiosos. 9,5 millones de personas, un cuarto de la población de Nepal, quedaron en situación de necesidad de asistencia humanitaria urgente.

Se cumple el primer aniversario de la tragedia, y Fundación Juan Bonal hace balance de lo realizado hasta el momento para dar respuesta a la emergencia humanitaria que el seísmo y sus réplicas provocaron.
La reacción de Fundación Juan Bonal fue inmediata: las Hermanas de la Caridad de Santa Ana que trabajan desde 2004 en las misiones de Nepal, y algunas Hermanas desplazadas desde la India, se pusieron manos a la obra.
 

La acción se estructuró en 3 fases.
En un primer momento, se cubrieron las necesidades básicas más urgentes, para proveer a las víctimas de lo imprescindible para seguir adelante: alimentos, agua, ropa, medicinas, etc.
En un segundo momento, se planteó un proyecto a largo plazo, en el que las Hermanas y la Fundación colaboran con los Hermanos Jesuitas que también trabajan en Nepal. El proyecto, que se inició tras la tragedia y continúa vigente, tiene como objetivo la rehabilitación y reconstrucción de casas y escuelas, así como la provisión de material escolar. Los criterios de selección de los beneficiarios han sido dos: aquéllos a quienes los terremotos afectaron con mayor gravedad y aquéllos a quienes es más difícil llegar y, por tanto, sería difícil que de otro modo recibieran ayuda. El proyecto sigue su curso y se extenderá durante todo el presente año, al menos. Surgen dificultades debido a la falta de materiales y a las trabas burocráticas que pone el Gobierno, el cual actúa con extrema lentitud, pero las acciones progresan y ya se han rehabilitado o reconstruido muchos edificios en los distritos más afectados. Queda mucho por hacer, y las personas que trabajan sobre el terreno se afanan por seguir adelante y culminar el proyecto.
En un tercer momento, la Fundación ha buscado desarrollar una intensa labor de sensibilización, dando a conocer la realidad del país y de la tragedia, así como de las acciones que se están llevando a cabo para ayudar a las víctimas. Se ha propuesto el proyecto de ayuda a Nepal como proyecto destacado, con gran difusión en diferentes medios; se han realizado numerosas visitas a centros educativos, ofreciendo a profesores, padres y niños una visión objetiva de la realidad de Nepal; se han desarrollado unidades didácticas de sensibilización que están disponibles en el sitio web de la Fundación para su descarga gratuita… Todo ello, con el objetivo de no olvidar lo ocurrido, de difundir cuál es la situación que vive Nepal, y en especial su infancia, y promover la sensibilidad hacia las personas que sufrieron la tragedia.
 

Fundación Juan Bonal les recuerda día a día. El trabajo continúa sin descanso, con la vista puesta en que quienes lo perdieron todo puedan volver lo antes posible a la normalidad. La sonrisa de las víctimas y su esperanza en el futuro supondrá el cumplimiento de la labor que se está desarrollando en Nepal.