Expresión de solidaridad

La ayuda para Nepal llega desde los más jóvenes.

12/06/2015

12/06/2015 La ayuda para Nepal llega desde los más jóvenes.

Fundación Juan Bonal es testigo de la solidaridad que desde todos los lugares está haciendo llegar ayuda para el pueblo nepalí. Como muestra entre tantas, reproducimos a continuación la correspondencia entre los alumnos del Colegio Agustín Gericó de Zaragoza y la Hermana Primi Vela, quien sirve de enlace desde la India con las Hermanas desplazadas en Nepal.


CARTA DE LOS ALUMNOS DEL COLEGIO AGUSTIN GERICO A LA HERMANA PRIMI VELA

Hola Primi, somos los alumnos de 5º y 6º de primaria del Colegio Agustín Gericó de Zaragoza (antes Patronato Montemolín).  Hemos oído por la prensa la catástrofe que ha ocurrido en Nepal y alrededores. Vimos imágenes en internet, en televisión y también hemos leído la carta que escribiste contando lo ocurrido.

Decidimos colaborar, de la forma que fuera posible. Como no tenemos mucho dinero, además de pedirle a nuestros padres, decidimos hacer manualidades: pulseras, marcapáginas, broches, llaveros... para venderlos en el colegio y así conseguir más.

Dibujamos un eurómetro en la pizarra, en el que apuntábamos los euros que recogíamos, metiéndolos en una hucha, nuestro cerdito... y llevamos recaudados entre todos unos 300€, aún no hemos terminado.

También queríamos que nos contaras algo de cómo se está viviendo la situación allí. Después de que pasan los primeros momentos que viene la televisión, ya no sale más por la prensa.

Se nos ocurrieron muchas preguntas:
¿Cómo les ha afectado el terremoto a sus casas de Nepal?
¿Cuántos heridos o muertos ha habido?
Desde dónde estabas tú, ¿sentiste el terremoto? ¿Os ha afectado?
¿Cómo os estáis organizando para arreglar todo eso? ¿Ha empezado la reconstrucción?
¿Hay alguna construcción que haya aguantado?
¿Cuántas réplicas ha habido?
¿Las hermanas están todas bien? ¿Han vuelto a las casas?

Queremos daros las gracias también por todas las hermanas y personas que colaboran allí de forma desinteresada, para ayudar a los más necesitados...

Esperamos noticias tuyas contándonos cómo se encuentra ahora el país, y diciéndonos para qué cosas podría servir  el dinero que les mandáramos...

Necesitamos que nos digas la cuenta por la que te va a llegar mejor el dinero allí, dónde estáis vosotras.

Muchas gracias por tu atención y por la labor que estáis realizando allí.

Alumnos de 5º y 6º de Primaria del Colegio Agustín Gericó.

 

CARTA DE LA HERMANA PRIMI VELA A LOS ALUMNOS DEL COLEGIO AGUSTIN GERICO

Mis queridos amigos alumnos de 5º y 6º del Colegio Agustín Gericó:

Me emocionó vuestro email, la creatividad que habéis demostrado para haceros próximos a muchos hermanos nepalíes, algunos de vuestra misma edad, toda esa creatividad es fruto solo del amor.

Me gustaría mucho que todo lo que me contáis a mí, lo escribáis y, junto con el dinero recogido, lo entreguéis a la Fundación Juan Bonal, ahí en Zaragoza, en la calle Fleming 15, bajo. Lleváis alguna foto del curso, para que os la publiquen, lo más seguro en el Boletín Misiones. La Hermana Raquel, Directora de la Fundación, lo enviará directamente a Katmandú a nuestras Hermanas, que han formado un  equipo con los Padres Jesuitas y así hacer una gran labor de reconstrucción de vidas y de casas.

Doy gracias a Dios por vosotros. Yo no estoy en Nepal, estoy en Mumbai, a dos horas de vuelo de Katmandú, pero conozco todo aquello bien, pues he estado varias veces en la Comunidad de nuestras Hermanas. Son Profesoras que trabajan en el gran complejo educativo San Javier a las afueras de Katmandú. A ellas no les sucedió casi nada, solo grietas en las paredes de la casa, y cosas que cayeron al suelo y se rompieron. Pero tenían miedo como el resto de la gente, y durmieron muchos días al aire por temor a los temblores.

Las hermanas de mi Congregación, “las Anas”, están con los Padres Jesuitas, colaborando en la distribución de alimentos y medicinas, y la visita de las personas afectadas. No solo las que están en Nepal viviendo allí, dos comunidades, sino equipos de Hermanas que van desde India. La necesidad más urgente en estos momentos, después de los alimentos y medicinas, es la vivienda temporal porque el monzón está a punto de llegar. 

El gobierno no permite construir casas definitivas porque todo este año el país está bajo alerta, ya que hay un alerta de temblores a lo largo de todo el año. Por lo tanto, el gobierno, las diferentes organizaciones no gubernamentales, Padres Jesuitas y nuestra Congregación con ellos, está distribuyendo una especie de techo de asbesto y de hojalata para que la gente pueda conseguir refugio de alguna manera. 

Un equipo de Hermanas nuestras del Hospital de Shrirampur, aquí en India (dos Enfermeras con dos médicos y una Asistenta Social) ha estado dos semanas en Katmandú, y hoy han vuelto a la India.

Las Hermanas, en sus visitas a la gente, se dan cuenta de que sufren mucho de dolores de cabeza, falta de sueño, falta de equilibrio, asma y problemas bronquiales, infecciones de  piel, muchos con diarreas y deshidratación. Hay falta de alimentos; de tiempo en tiempo, les envían alimentos por helicóptero, pero no es frecuente.

El plan próximo (dentro de tres meses) es comenzar la construcción de escuelas, internados y casas, que se materializará en un año.

Destruidos totalmente, son 600.540 edificios y los edificios afectados parcialmente son 310.000.

Toda esa falla que va desde Afganistan, Pakistan, Cachemira, India... es como estar viviendo sobre una bomba. Hay una cantidad enorme de energía retenida sin salir, causada por las dos placas tectónicas que se empujan. El segundo temblor en Nepal que fue del grado 6,9; no era procedente del mismo epicentro sino de otro nuevo como un nuevo terremoto, y es de la gran presión que sigue existiendo dentro.

Los Himalayas están esperando uno mucho mayor, según los geólogos de por aquí. No saben cuándo, puede darse en meses o en muchos años, lo que sí dicen que es la parte de Himachal Pradesh o Assam en India son las provincias candidatas a sufrirlo. Y el daño no son los temblores, sino las malas construcciones.  Curioso lo que dicen, que el fantástico edificio del Taj Mahal y el Qutb en India nunca serán afectados por terremotos porque la sabiduría tradicional con la que fueron construidos supera en mucho las mas seguras construcciones japonesas contra seísmos.

El temblor de tierra del 25 de abril y la réplica de 7,3 grados del 12 de mayo causaron más de 8.600 muertos y 18.800 heridos, según los últimos datos oficiales. Dicen que si sucediera un terremoto de 10 en la escala de Richter, la tierra se partiría en dos. El terremoto del 25 de abril fue el de mayor magnitud en Nepal en 80 años, y el peor en la región del Himalaya en una década, desde que en 2005 un seísmo ocasionó más de 84.000 muertos en Cachemira.

Os envío parte de una carta escrita desde Nepal a Obras Misionales porque nos puede servir de reflexión...

“Hemos visto las imágenes de dolor y destrucción, también hemos visto los esfuerzos heroicos de los nepaleses y los equipos internacionales buscando desesperadamente a aquellos que todavía estaban atrapados en los escombros; o de individuos y organizaciones trayendo alivio a las miles de personas que se habían quedado sin hogar, o sin agua para beber o alimento para comer. Estas imágenes poderosas han tocado los corazones de millones de personas en todo el mundo, movilizando a muchos a hacer algo para expresar su solidaridad con los que sufrían y aliviar así su angustia. Si Dios quiere, y gracias a estos generosos esfuerzos, el pueblo de Nepal llorará a sus seres queridos, para luego reconstruir sus casas y la infraestructura destruida, etc., y finalmente, serán capaces de gradualmente volver a su vida normal.

Estos terremotos son tragedias humanas que son visibles. Ellas atrapan nuestra atención y provocan en nosotros un fuerte deseo de ayudar. Esto es porque podemos ver sus efectos, y también porque podemos vernos a nosotros mismos apoyando a otros que están buscando soluciones eficaces para resolver los problemas causados por estas tragedias. Pero también hay otros tipos de terremotos.

Estos son ‘terremotos silenciosos y ocultos’ que pasan desapercibidos o indiferentes ante nosotros. Estos son los ‘terremotos’ causados por la discriminación social que traen marginación, miseria y diferentes clases de muerte. ‘Terremotos’ que producen miles de refugiados, inmigrantes buscando poder vivir. Refugiados que nunca serán capaces de regresar a sus hogares o familias, porque en muchos casos lo que causó la discriminación han sido sus propias familias y comunidades. Estos son los ‘terremotos’ causados por la discriminación, que causa no sólo la muerte física, sino también la muerte del espíritu, de la propia cultura, de la autoestima, y de la voluntad de vivir.”

Yo estoy en un centro de niñas de la calle, que se llama Ankur, y también llevamos otro centro de chicos de la calle que se llama "Dilkush" que significa "llévame en el corazón".
Si queréis, podéis haceros  hermanos de estos niñas y niños, "Amistad entre culturas" y escribiros. Estos niños, desde muy pequeños, han sido "adultos prematuros" porque trabajaban como si fueran personas mayores, llevando ladrillos,  pintando pieles, haciendo alfombras, picando piedras, etc. Ahora están aquí, en Ankur, 200 niñas, en Dilkush 40 niños desde los 6 a los 15 años. Están estudiando mucho, y así en el futuro serán ingenieros, maestras, enfermeras, doctores... La educación es su futuro.

Os envío un video clip, que os lo enseñe vuestro profesor: así como ese niño que veis, así han sido mas o menos los chiquillos que tenemos en los dos centros.

La Solidaridad es muy importante. La solidaridad trasciende a todas las fronteras: políticas, religiosas, territoriales, culturales, etc. Para instalarse en el hombre, en cualquier ser humano, y hacer sentir en nuestro interior la conciencia de una "familia" al resto de la humanidad.

Supone ver las cosas y a los otros con los ojos del corazón, mirar de otra manera. Conlleva un sentimiento de fraternidad, de sentir la empatía por el dolor de los otros. Solidaridad, porque es lo justo, porque todos vivimos en una sociedad, porque todos necesitamos de todos, porque todos estamos juntos en este barco de la civilización. Porque somos seres humanos, iguales en dignidad y derechos.

Mi gratitud a todos vosotros. Ya les conté a las niñas de Ankur lo que habéis  hecho y rezan por vuestros estudios, para que seáis muy felices y buenos.

Un abrazo muy grande

Hermana Primi Vela

 


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