Expresión de solidaridad

Éxito en la culminación del proyecto de asistencia a Filipinas.

18/02/2015

18/02/2015 Éxito en la culminación del proyecto de asistencia a Filipinas.

Fundación Juan Bonal se comprometió firmemente con la emergencia humanitaria surgida a través del paso del tifón Yolanda en Filipinas, y ha dirigido todos sus esfuerzos hacia la ayuda a los necesitados. A través de entidades locales y de las Hermanas de la Caridad, el proyecto de asistencia al país ha seguido su curso para proporcionar ayuda efectiva a los afectados.

Fundación Juan Bonal está presente en Filipinas a través 6 centros (3 en Manila, 1 en Rodriguez -Rizal- y 2 en Mindoro). Tras el paso del Tifón Haiyan, las Hermanas de la Caridad de Santa Ana, se han puesto en contacto con las distintas entidades locales para gestionar la ayuda.

El proyecto se ha estructurado en 3 fases que han cubierto las necesidades urgentes surgidas tras la devastación causada por el tifón.

La primera fase se concentró en la ayuda urgente de primera necesidad. Esta ayuda se canalizó a través de Cáritas en Filipinas. A ellos se les entregaron los paquetes de alimentación, higiene, ropa... Desde Cáritas, se distribuyeron después a las distintas zonas necesitadas.
Se adquirieron paquetes de ayuda para 1.000 familias con lo siguiente:
- Packs de alimentación: arroz, comida enlatada, zumos, leches, galletas y agua.
- Packs de aseo: jabón (de aseo personal y para lavar) y pasta de dientes.
- Otros insumos: mantas, cepillos, bolsas de plástico...

La segunda fase del proyecto buscó el paso del asistencialismo a la autonomía de las personas necesitadas. La mayoría son pescadores y es la única actividad laboral que conocen. Desgraciadamente, el tifón destruyó sus barcas, que eran su única fuente de sustento. Fundación Juan Bonal emprendió la construcción de barcas que después ofreció a los pescadores. Hoy, estas personas pueden salir al mar en busca de su propio alimento y el de toda la comunidad.

La tercera fase del proyecto puso sus miras en la construcción de viviendas. El tifón asoló la zona y se llevó consigo las pequeñas cabañas en las que estas personas vivían. Algunas tablas y plásticos no ofrecían resistencia capaz de permanecer en pie tras el paso del tifón. Muchos niños sin techo deambulaban alrededor del lugar en el que antes estaba su casa. La meta era construir casa fuertes y sólidas para estas personas, que puedan resistir la embestida del próximo tifón. Así se ha hecho, y finalmente se han entregado las viviendas a estas familias necesitadas.

En este proyecto han colaborado un gran número de personas y entidades como Adicoredex, Asociación Wawitai, Barona ORL, Colegio Oficial de Médicos de Zaragoza, Ayuntamiento de Guadalajara, Asociación Aletheia o Jaszyren. Todos ellos, más las muchas aportaciones anónimas de corazones solidarios que han colaborado para paliar los efectos de la emergencia humanitaria, han hecho posible que la solidaridad llegue hasta quienes más lo necesitan. Hoy tienen un hogar en el que refugiarse y comenzar de nuevo, con la sonrisa que el carácter especial del pueblo de Filipinas dibuja en sus rostros.

El proyecto completo ha paliado la necesidad urgente desde los primeros momentos de urgencia y ha facilitado a estas personas lo que necesitan para continuar desarrollando su vida con mejores garantías y mayor confianza en el futuro. No es posible devolver las vidas de quienes perecieron en la tragedia, pero se ha labrado el camino para que la ilusión y la esperanza surjan para hacer más fácil la recuperación de estas comunidades.

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Visita nuestra galería de fotos: han sido enviadas por las Hermanas desplazadas en Filipinas.


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