Expresión de solidaridad

Tropinka, el centro infantil atendido por las Hermanas de la Caridad de Santa Ana en Rusia, cumple cinco años.

19/01/2015

19/01/2015 Tropinka, el centro infantil atendido por las Hermanas de la Caridad de Santa Ana en Rusia, cumple cinco años.

Las Hermanas de la Caridad de Santa Ana abrieron el centro de atención infantil para atender las necesidades de unos niños que hoy devuelven gratitud y alegría, y se desarrollan con optimismo hacia su vida adulta.

La Hermana Alicia gestiona el primer centro de las Hermanas de la Caridad de Santa Ana en el país, y tuvo que "abrir camino", como ella misma dice, salvando grandes dificultades.
El objetivo del Centro es ofrecer un lugar de descanso seguro a los niños y niñas de entre 6 y 16 años que tienen problemas de desestructuración familiar, motivados casi siempre por el alcoholismo. Las necesidades más importantes son el cuidado, la atención, el descanso psicológico, la alimentación y la higiene.

Aquí, la Comunidad se enfrenta a dificultades como las grandes distancias, la escasez de recursos o la reticencia social y religiosa. Los niños viven a 100 kilómetros del Centro, con lo que es necesario invertir largo tiempo en el trayecto, con el consecuente gasto y problemas de financiación. Además, es difícil acercarse a una comunidad a la que hay que demostrar que no existe ningún afán de proselitismo religioso; se trata de un ambiente en el que a la iglesia católica se le mira con sospecha.

El Centro se financia fundamentalmente con la ayuda de la Fundación Juan Bonal. Sin el apoyo de los padrinos, colaboradores y amigos que han prestado atención a esta necesidad y han colaborado con sus gestos solidarios, el centro no sería hoy una realidad. La referencia que existe en España sobre Rusia, especialmente debida al turismo, hace difícil imaginar cómo viven estos niños en un pueblo perdido del Lejano Oriente de Rusia. Sin embargo, sus necesidades son muchas y muy importantes, siendo las condiciones de vida realmente precarias. Pero la intervención de Fundación Juan Bonal, la meritoria labor de las Hermanas de la Caridad de Santa Ana y la generosidad de tantas personas anónimas que han contribuido a este proyecto está haciendo posible cambiar la realidad y mejorar sus vidas drásticamente.

Fundación Juan Bonal desea agradecer a todos lo que han participado su altruismo y sensibilidad, que se traduce ya en cinco años de soluciones y esperanza para estos niños del país eslavo.
 


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