Fundación Juan Bonal en el Día Mundial de la Lucha contra la Desertificación y la Sequía.
17/06/2014
El 19 de diciembre de 1994, la Asamblea General de Naciones Unidas decidió proclamar el 17 de junio, Día Mundial de Lucha contra la Desertificación y la Sequía. Recordamos a todas las personas que no disponen del elemento básico para la vida.
El tema de 2014 para la celebración de este Día Mundial es "La tierra pertenece al futuro, protejámosla del cambio climático".
Aproximadamente, 1.500 millones de personas en todo el mundo viven en tierras que están en proceso de degradación, y casi la mitad de los habitantes más pobres del planeta (un 42%) sobreviven en zonas ya degradadas. La degradación de las tierras convierte a estos lugares en los más inseguros del mundo. En algunos casos, esta inseguridad puede llegar a desestabilizar regiones enteras.
Pero el impacto más directo recae sobre la propia vida. Sin agua, no hay vida, y quienes logran a pesar de todo subsistir, lo hacen en condiciones que no son dignas. La ausencia de agua significa sed, hambre por falta de cosechas, enfermedad debido a la insalubridad y falta de higiene...
Fundación Juan Bonal lucha por esta causa en todo el mundo. Desde la India hasta el corazón de África, desde América Latina hasta Oceanía, las Hermanas de la Caridad de Santa Ana luchan por llevar a las personas desfavorecidas aquello que necesitan. Y, en muchas ocasiones, esto no es sino agua. Proyectos de canalización de agua potable y de suministro hacen posible que algunas comunidades puedan acceder a agua que calme su sed y riegue sus tierras con la seguridad de contraer infecciones o enfermedades.
Esto supone, en la mayoría de situaciones de este tipo, un cambio radical que torna la muerte en vida, y permite la subsistencia. Mujeres, niños, ancianos, población en general... personas que hoy ya pueden beber y cultivar modestos campos, así como acceder a un nivel mínimo de salubridad que garantice una salud normal.
Fundación Juan Bonal pone el centro de su acción en la persona. A veces, esto supone actuar a un nivel tan elemental como el de proveer agua para la vida. En algunos lugares, la propia vida es lujo.
Ayúdanos a ayudarles.