El legado de una vida entregada a los más desamparados
10/03/2025
Fundación Juan Bonal despide con cariño y agradecimiento a la Hermana María Maya, que nos ha dejado tras una vida entregada y llena de amor a su misión en la Congregación.
Deja un legado muy especial y muy querido en el Orfanato de Matruchhaya, en India, cuyo nombre significa "la sombra de la madre". Allí, la labor de María Maya salvó la vida a miles de niñas abandonadas, que hubieran muerto de no ser por su trabajo dedicado. En el orfanato, las bebés son recogidas y cuidadas con todo el cariño por las Hermanas. Además, también acomoda a niños huérfanos y a niños con padres solteros que no pueden cuidarlos. Proporciona alimentos nutritivos, ropa, atención médica y educación a los pequeños.
La vida de la Hermana María Maya ha sido un ejemplo de dedicación al prójimo y entrega a los más vulnerables y necesitados. Cada una de las vidas que se han salvado gracias a su trabajo es hoy una persona agradecida que ha visto cómo se hacían posible su existencia, sus ilusiones y su experiencia.
María Maya fue una madre cariñosa para muchos niños y niñas, una Hermana de espíritu inquebrantable y un alma llena de amor que es un ejemplo para todos los que la conocieron.