Las manos unidas de los Hermanos Capuchinos y las Hermanas de la Caridad de Santa Ana da sus frutos en Venezuela.
25/04/2014
Reproducimos a continuación un fragmento del testimonio de Benjamín Echeverría (Provincial de Capuchinos de España).
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Decía Miguel de la Cuadra Salcedo, con motivo de sus viajes, en una entrevista publicada en “Capuchinos en Misión” que, “donde quiera que vas te encuentras con alguno de los nuestros, jesuitas, capuchinos...”
Centro Misional
Recientemente tuve la oportunidad de encontrarme en la casa de los Capuchinos de Caracas de La Merced con la Hermana Coro Erro, de Estella, provincial de las Hermanas de la Caridad de Santa Ana. Con ellas estamos los Capuchinos en la sierra de Perijá, en la misión de Los Ángeles del Tukuko .
En compañía de los hermanos Ramón Morillo, recién elegido custodio de Venezuela, de Ernesto Romero, que lo ha sido hasta ahora, de Nelson Sandoval, presente en el Tukuko y de Jesús González, secretario provincial, dialogamos sobre el proyecto de acomodación de esta presencia misionera.
Los Ángeles del Tukuko es uno de los centros misionales en los que hay un internado de unos 70 chicos y de 55 chicas, dirigido conjuntamente por los Capuchinos y las Hermanas de la Caridad de Santa Ana. Los internos/as provienen de las comunidades indígenas que se hayan diseminadas por la Sierra de Perijá, de las etnias Yukpa y Barí.
La situación en la que se encuentra el país hace que en diversos momentos se sufra la escasez de alimentos y el mal estado de las infraestructuras de carácter comunitario. Uno de los problemas con el que se encuentra este centro misionero es el del agua. A pesar de que es una zona con mucho agua, la canalización que un día se hizo para abastecer la misión ha quedado obsoleta y es insuficiente, pues en torno al centro misional va creciendo la población, y parte de esta se abastece de esa conducción. La planta eléctrica que se puso para bombear el agua está averiada y no es fácil arreglarla y en el pozo que desean abrir se interpone la roca y no es fácil conseguir las máquinas que puedan perforarla.
De todas estas cosas estuvimos dialogando con la hermana Coro para buscar soluciones.
El mes de julio pasado vino un grupo de voluntarios desde Pamplona a través de Fundación Juan Bonal que desarrollaron diversos proyectos en este centro misional.
Nuestra intención es trabajar conjuntamente para que hagamos del Tukuko un lugar en el que poder realizar experiencias de carácter solidario y evangelizador.
Otra de las carencias con la que se encuentran es precisamente la acogida a los indígenas que bajan de la sierra para diversos asuntos, tanto de salud como administrativos. Por eso en el diálogo surgió la necesidad de crear algún tipo de albergue para acogerles. Así también es necesario adecentar alguna de las cuatro casas que se construyeron para evangelizar en diferentes comunidades de la sierra. Estos temas estuvieron presentes en nuestro encuentro, así como la necesidad de hacer de este lugar un centro sostenible, viendo las posibilidades agrícolas y ganaderas que pueden ayudar en su mantenimiento.
En la imagen, Benjamín Echeverría (Provincial de Capuchinos de España) y la Hermana Coro Erro (Provincial de Hnas de la Caridad de Santa Ana en Venezuela).