Una comunidad que avanza y progresa, de la mano de las misioneras
16/02/2024
En la selva de Venezuela, en la provincia de Zulia, se encuentra la misión de "los ángeles del Tukuko", atendida por las Hermanas de la Caridad de Santa Ana. Esta misión atiende a población indígena y vulnerable, que sufre las consecuencias de una pobreza intensa y no cuenta con lo más básico para su subsistencia y desarrollo.
Gracias a la labor de las Hermanas, esta comunidad cuenta con un apoyo vital para su día a día. Desde 1952, la misión es un pilar básico para todas las familias de esta comunidad. Además de colaborar en acciones para la correcta alimentación de las personas, como el reparto de alimentos, las Hermanas proveen de una educación básica a los más pequeños, lo que supone un drástico cambio en sus perspectivas y oportunidades de futuro. Los niños y jóvenes pueden ahora aprender y seguir una formación que les prepare para la vida adulta con mayores opciones y una merecida dignidad. Tras lograr esto, también emprendieron la alfabetización de adultos. En conjunto, toda la comunidad avanza y progresa, de la mano de las misioneras.
Por otro lado, las Hermanas han cuidado de la salud en el Tukuko, haciendo frente a epidemias y enfermedades, así como ofreciendo atención sanitaria básica a la población, contando con los recursos más escasos. Atienden a madres, niños, heridos o enfermos, cuidando así de las condiciones de salud general de la comunidad.
La población indígena ha sabido valorar y apreciar el trabajo de las Hermanas, cuya presencia ha sido un soporte fundamental. Los yucpas fueron aceptando y valorando la instrucción como algo necesario. Gracias al internado, se rompieron muchos prejuicios que mantenían a los grupos enfrentados, se facilitó la lucha contra la desnutrición y se pudo proporcionar capacitación a una población dispersa en pequeños caseríos, así como fomentar el aprendizaje de las artesanías tradicionales.
Estas acciones se alinean con los Objetivos de Desarrollo Sostenible marcados por Naciones Unidas, apoyando el número 1 (fin de la pobreza), número 2 (hambre cero), número 3 (salud y bienestar), número 4 (educación de calidad), número 5 (igualdad de género) y número 10 (reducción de las desigualdades).
Hoy, la misión de los ángeles del Tukuko es un lugar donde, a pesar de contar con muy pocos recursos, se defiende la dignidad del ser humano y se lucha por mantener e impulsar unos valores que fortalecen la comunidad y generan espacios de desarrollo con esperanza para todas las personas.
Fundación Juan Bonal es expresión de solidaridad.
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