Fundación Juan Bonal impulsa el futuro de las chicas en Ruanda a través del oficio de Corte y Confección.
21/03/2014
La comunidad de Mugina, en Ruanda, recibe los servicios de las Hermanas de la Caridad de Santa Ana. El centro que allí gestionan las Hermanas proporciona al entorno local un foyer, un taller, un centro nutricional y una guardería. Además, lleva adelante el Proyecto de Huérfanos y Pobres y el Proyecto de Apadrinamientos.
La mujer es especialmente protegida y atendida por las Hermanas en esta comunidad, debido a su posición de vulnerabilidad.
Fundación Juan Bonal pone su empeño en cubrir las necesidades de las chicas jóvenes, especialmente la referente a su educación. A través del foyer, se les forma y educa.
Pero, una vez que abandonan el foyer, se abre ante ellas un difícil panorama, en el que encontrar trabajo se convierte en una difícil empresa.
Para aquéllas que no encuentran trabajo, se ha hecho un gran esfuerzo para posibilitar que puedan practicar el corte y confección que han aprendido. Por ello, se ha abierto un pequeño taller donde trabajan y ganan un pequeño sueldo. Es un gran paso para ellas, que les motiva y ofrece esperanza para planificar un futuro.
El taller cuenta con máquinas de tricotar, y recientemente se ha ampliado con máquinas de bordar. El bordado experimenta ahora un gran auge en la localidad. Por eso, están aprendiendo a manejar dichas máquinas y a bordar trajes. Además, enseñan a todo el que quiera aprender, siendo éste otro medio de obtener unos discretos ingresos, pero suficientes para ellas.
En su compromiso constante con la solidaridad, el desarrollo y la ayuda a los más desfavorecidos, Fundación Juan Bonal quiere así poner las bases para que las jóvenes ruandesas mejoren su desarrollo personal y profesional.