Expresión de solidaridad

Fundación Juan Bonal conmemora a su Madre fundadora, María Ràfols

05/11/2022

05/11/2022 Fundación Juan Bonal conmemora a su Madre fundadora, María Ràfols

La Madre Ràfols recibió en Zaragoza el título de Heroína de la Caridad. Toda su vida fue un ejemplo de dedicación al más necesitado.

Nació en Vilafranca del Penedès, y el 28 de diciembre de 1804 llega a Zaragoza, entre un grupo de doce Hermanas y doce Hermanos de la Caridad. El Padre Juan Bonal los había reunido para servir a los enfermos del Hospital de Nuestra Señora de Gracia, y desde Barcelona viajaron en carros hacia su nuevo destino en Zaragoza, dejando atrás para siempre su tierra y su familia.

Ponen en manos de la Virgen del Pilar aquella nueva y arriesgada misión. Y dedican sus esfuerzos a cuidar de los enfermos, dementes, niños abandonados y toda suerte de desvalidos que acuden al hospital. María Ràfols, Superiora de la Hermandad femenina a sus 23 años, tiene que enfrentarse a una tarea enorme: poner orden, limpieza, respeto y, sobre todo, dedicación y cariño a aquellos seres, los más pobres y necesitados de su tiempo.

Es una mujer decidida, arriesgada, valiente. En los Sitios de Zaragoza, durante la Guerra de la Independencia, es donde muestra su entrega absoluta, especialmente cuando el hospital es bombardeado e incendiado por los franceses. Entre las balas y las ruinas, expone su vida para salvar a los enfermos, pide limosna para ellos y se priva de su propio alimento. Y cuando todo falta en la ciudad, se arriesga a pasar al campamento francés, para postrarse ante el Mariscal Lannes y conseguir de él atención para los enfermos y heridos. Atiende a los prisioneros, e incluso intercede por ellos, logrando en algunos casos su libertad.

Desde 1813, la Madre Ràfols aparece al frente de la Inclusa, con los niños huérfanos o sin hogar, los más pobres entre los pobres. Allí pasará prácticamente el resto de su vida, ofreciendo amor, entrega y ternura. Es una madre atenta para aquellos niños, por los que se desvive hasta su ancianidad. Sigue además los pasos de los niños que se crían fuera, a cargo del mismo hospital, o los que se dan en adopción, defendiéndolos y aún recogiéndolos cuando entiende que no son bien cuidados y tratados.

La Madre Ràfols murió el 30 de agosto de 1853, próxima a cumplir 72 años y 49 de Hermana de la Caridad. Deja su vida en serenidad, paz, cariño y agradecimiento a las Hermanas, con una entrega definitiva y sin reservas, dejando un legado de Caridad sin fronteras ni límites, que inspirará desde entonces a toda la Congregación de las Hermanas de la Caridad de Santa Ana y que hará posible la acción social que éstas continúan desarrollando hoy, siguiendo su ejemplo, asistiendo a los más desvalidos en todo el mundo y luchando por la dignidad de cada persona.

La entrega de las Hermanas es hoy, más que nunca, expresión de solidaridad.


Fundación

Discapacidad