Fundación Juan Bonal une sus manos día a día a las de la comunidad de Mbini.
17/03/2014
Nos acercamos al perfil de la Hermana Ana Silvia, que desarrolla su labor solidaria, con entrega y devoción, al desarrollo y cobertura de necesidades básicas en la comunidad ecuatoguineana de Mbini.
• ¿Has sentido grandes diferencias entre España y Guinea Ecuatorial?, ¿Cómo has experimentado el cambio?
Sí, las diferencias son muchas. La escala de valores es distinta a la nuestra: el sentido de familia es más amplio, tiene cabida cualquier persona, que aún de lejos, esté ligada a ella. El tiempo no cuenta igual para ellos, viven el presente como lo único que existe, solamente cuenta el ahora. La acogida a todo el que llega ofreciéndole lo poco que tiene siempre con una sonrisa es sorprendente.
• ¿Cómo ha sido la adaptación?, ¿has encontrado difícil integrarte en la comunidad?
No, el africano es hospitalario por naturaleza y el talante del guineano es así. Todas las hermanas nos sentimos acogidas desde el primer momento. Al principio “todo choca” y poco a poco, en la medida que vas observando y escuchando, vas entrando en su entorno, vas conociéndoles y queriéndoles, te sientes en casa.
• ¿Cuál es la misión del centro en el que se desempeñas tu labor?, ¿a qué necesidades da respuesta?
Nuestra misión, como toda Hermana de la Caridad de Santa Ana, es evangelizar siendo presencia del Dios Misericordia y aquí hace mucha falta mostrar compasión.
Intentamos dar respuesta en estos ámbitos:
La educación de niños en las etapas de Infantil y Primaria.
Escuela de padres
Formación de profesores
Otras actividades pastorales y sociales como atención de ancianos…
• ¿A qué principales problemas o dificultades debéis enfrentaros en el día a día?
Son muchas, pero queremos verlas siempre como un desafío. Cada día es una sorpresa y una oportunidad… si lo vemos con los ojos de la fe.
Pero podríamos señalar:
Poca colaboración de los padres en la tarea educativa de sus hijos.
Falta de interés, motivación y responsabilidad del personal docente. Junto con la dificultad para encontrar personal cualificado.
Poca valoración por la formación y el aprendizaje, tanto de los alumnos, como de la sociedad en general y más ahora que Guinea es uno de los mayores productores de petróleo.
Enfermedades (sobre todo el paludismo). Y el clima es muy fuerte para nosotras.
• ¿Y qué solución aplicáis a estos problemas?, ¿cómo los enfrentáis?
¡Con mucha paciencia!, con confianza e ilusión, para seguir creyendo y apostando por la mejora de este pueblo; con amor (de ese que “todo lo puede”)… ¡Y nunca puede faltar una gran dosis de buen humor, por supuesto!
• ¿Cuál ha sido el día más feliz para ti, desde que estas en el centro?
No podría recordar uno solo, pero si muchos encuentros entrañables con exalumnos que se acercan y expresan su agradecimiento por todo lo que hoy son y tienen, gracias a lo que recibieron en el tiempo que estuvieron en el centro con las Hermanas.
• ¿Qué suponen las figuras del padrino y el colaborador para vosotras y la para la comunidad de Mbini?
Sin ellos no sería posible: la mayoría de los niños no podrían acceder a la educación elemental. No podríamos suministrarles el vaso de leche a los más pequeños cada día; proporcionarles el material escolar, mantener las estructuras que se necesitan….¡sois como el aire para nuestros pulmones!
La figura del padrino, además de recurso económico se convierte, en la mayoría de los casos, en soporte afectivo y estímulo para esforzarse y agradecer de alguna manera su ayuda. A veces es el comienzo de una bonita y buena relación de amistad e intercambio cultural, que perdura en el tiempo.
• ¿Cómo percibes la sensibilidad del primer mundo hacia países como Guinea Ecuatorial?, ¿crees que las personas de los países desarrollados están sensibilizadas con las necesidades de otras partes del mundo?
Nuestros familiares, amigos y personas con las que nos relacionamos, sí. Los padrinos y colaboradores en algunos casos se limitan a su aportación económica, sin más conocimiento de esta realidad. Creo que la gran mayoría la ignora, y es normal porque no es noticia que sale en los medios de comunicación. Y aunque nosotras podamos contarlo, es verdad que, hasta que no se ve con los propios ojos y se vive, no se puede creer.
• ¿Tu mensaje para todos nosotros?
¡AKIBA!, gracias a vuestro trabajo, dedicación y esfuerzo los sueños de estos niños se hacen realidad. ¡GRACIAS! Porque hacéis que este mundo sea más solidario y fraterno.
Animaos a conocer de cerca nuestra realidad, visitando o compartiendo con nosotras vuestro tiempo, ilusión y ganas de ayudar. El cuándo y el cómo lo ponéis vosotros. ¡Sólo tenéis que decirlo!