La transformación completa de sus vidas
16/05/2022
Hablamos con la Hermana Immaculée, que ha desarrollado su trabajo, entre otros lugares, en Kivumu y Kigali, en las misiones que las Hermanas de la Caridad de Santa Ana impulsan en Ruanda.
Has sido la Responsable del Centro de Salud de Kivumu, ¿cómo fue esa experiencia?
El Centro de Salud incluye maternidad, laboratorio, consulta y centro nutricional. Es una respuesta a una realidad social de la zona, en la que advertimos una elevada desnutrición en las familias y, especialmente, en los niños. Cada viernes, las familias venían a nuestro centro para recibir alimento (principalmente, leche). Pero también les ofrecíamos formación para su alimentación y el cuidado de los hijos. Cuando los niños se han recuperado en el Centro de Salud, pueden volver a sus casas.
Háblanos del proyecto de Fundación Juan Bonal para luchar contra la malnutrición en Kivumu.
Durante el primer año, nos centramos en cuidar a los niños y formar a las mujeres. Después, buscamos una estrategia más sostenible para el futuro, y creamos una asociación para las mujeres donde podían unirse. Añadimos animadores de salud, que visitan a las familias y ven el estado de salud de los niños. Mensualmente, se celebran reuniones en las que cada animador explica la situación que percibe en los hogares. A veces, la madre queda abandonada con sus hijos y tiene que encargarse de todo, sin tener comida conla que alimentar a los niños. Les hemos explicado que es mejor que no tengan más hijos si no pueden cuidarlos adecuadamente, y esta situación se ha contenido.
¿Y cuál es el siguiente paso en el proceso de estas mujeres?
Queremos empoderarlas y hacer que sean independientes. Hemos creado unas actividades generadoras de ingresos dentro de la asociación de mujeres, a través de la confección de bolsos y pañuelos. Con ayuda de Fundación Juan Bonal, se han recibido unas máquinas de coser, con las que estas mujeres pueden desarrollar un trabajo. Además, se les conceden microcréditos; cada una dispone de un cuaderno en el que lleva el control de lo que va cotizando progresivamente. Estos préstamos se han concedido gracias a los fondos de Fundación Juan Bonal. Otras actividades similares que hemos puesto en marcha se refieren a árboles frutales, artesanía en madera, hortaliza, cereales y legumbres que van después a vender a la ciudad. Se trata de una buena experiencia, ahora estas mujeres ya no dependen de sus maridos, son autónomas.
¿En qué otros ámbitos habéis trabajado con la comunidad de Kivumu?
Hemos llevado a cabo mucho trabajo en relación a la limpieza e higiene. Intentamos que mantengan sus casas ordenadas y limpias, que beban agua potable tras hervirla para eliminar los gérmenes, que mantengan su ropa limpia (especialmente la de los niños)...
Por otro lado, hemos trabajado en relación a los conflictos intrafamiliares. Nos hemos enfocado en la escucha y los pequeños resultados, y hemos logrado que comiencen a entenderse.
Hay que comenzar con cambios en la mentalidad de la gente, y eso lo logramos a través de la formación.
¿Cómo solucionáis estos conflictos?
El conflicto viene originado por la pobreza y la falta de comunicación. Trabajamos con paciencia. Las Hermanas y los promotores les visitan con frecuencia, muchas veces. También nos ayudan las autoridades locales.
¿Qué es lo que más te motiva de esta labor?
El desarrollo y el cambio que experimentan estas madres. Las que empezaron con nosotras en el proyecto han transformado sus vidas. Es una maravilla para mí. Recuerdo cómo venían al principio con muchaa suciedad, y ahora llevan ropa limpia. Hay una mujer que empezó a confeccionar bolsos ty ahora su marido es quien le ayuda a ella. Otras crían pollos, cerdos, conejos... Cada una hace lo que puede, según sus posibilidades.
¿Cuál es tu mensaje para los colaboradores de Fundación Juan Bonal?
Muchísimas gracias a cada persona que ha tenido corazón para ayudar. La ayuda ha llegado a esas mujeres pobres, y eso ha sido una forma de dar vida. Ellas y sus hijos son otros, se levantan ante la vida, ya no se ven obligadas a esperar todo de los hombres. Los colaboradores nos ayudan mucho a las Hermanas en nuestro trabajo. Nosotras seguiremos luchando: no hemos terminado, es necesario continuar. Nuestro objetivo inmediato es seguir impulsando la asociación de mujeres, estamos mirando hacia el futuro.
Fundación Juan Bonal es expresión de solidaridad.
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